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domingo, 12 de diciembre de 2010

El concierto de Lady GaGa en Madrid arranca con avalanchas, entradas falsas y fans disfrazados

El concierto de Lady Gaga en Madrid, segunda parada nacional de su gira Monster Ball, arrancó con cargas policiales, avalanchas y momentos de histeria entre los seguidores de la cantante.
La apertura de puertas, adelantada a las 18:00 horas, treinta minutos antes de lo previsto, provocó que la rectilinea fila que recorría la plaza de Felipe II se disolviera en cuestión de segundos y una avalancha de jóvenes ansiosos por entrar en el recinto se agolpasen en las entradas valladas, provocando momentos de caos y desconcierto.
El peligro para la seguridad que suponía semejante situación hizo que las fuerzas de seguridad desplegadas en la zona tuvieran que intervenir creando ficticios cordones de seguridad entre grupos de amigos. La situación, si no fuera por el riesgo que entrañaba, resultaba cómica.
Gente disfrazada como en los clips de 'Telephone' o 'Bad romance' separados por gigantescos policías nacionales a los que la presencia de Lady Gaga parecía traerles sin cuidado. Cánticos de los estribillos de 'Poker Face' o 'Alejandro' se combinaban con advertencias de seguridad.
La culpa de todo esto, en esta ocasión, fue la numerosa venta de entradas falsas que eran interceptadas por los miembros de la organización.
Los momentos de tensión volvían a repetirse. La mayoría de jóvenes 'cazados' con entradas falsas ponían cara de circunstancias y aseguraban que se trataban de regalos de un amigo. Casi ninguno se atrevía a culpar a los 'reventas' que pululaban en los aledaños de las taquillas ofreciendo tickets a precios regalados (25 euros) para un evento que colgó el 'agotado' en cuestión de horas hace varios meses.
Las fuerzas de seguridad tuvieron que emplearse a fondo para impedir que las carreras histéricas por pillar el mejor sitio en la pista terminasen en tropezones y aplastamientos y alguno salió escoltado del Palacio de Deportes.

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